El Banco de Sangre impulsa la transfusión a domicilio en todos los hospitales de Catalunya
- Se puso en marcha durante el Covid y se ha quedado como medida recomendada para pacientes de riesgo y de mayor edad
- El Banco de Sangre es quien forma los equipos de hospitalización a domicilio de los centros hospitalarios que se encargan de la transfusión
- El 40% de los hospitales catalanes ya lo hacen y el 60% ya han recibido la formación para empezar
- Optan los pacientes con tratamientos transfusionales crónicos, de salud delicada y edad avanzada
- Tienen que vivir a 30 minutos de un hospital y estar siempre acompañados de un familiar que habrá recibido formación
- Se logra así liberar espacios hospitalarios muy saturados como los servicios de urgencia y los hospitales de día
El Covid ha actuado como desencadenante para la implantación de la transfusión de componentes sanguíneos a domicilio en algunos puntos de Catalunya. Durante la pandemia fue la solución para algunos enfermos de riesgo por los que no era recomendable acudir al hospital para recibir sangre. Desde entonces, vista la efectividad, se ha iniciado la elaboración de protocolos de actuación en gran parte de los hospitales de Catalunya para aplicar la medida en el máximo de centros posible.
Por ahora, ya se benefician pacientes que están atendidos en el Hospital Clínic, el Hospital de la Vall d’Hebron, la Mútua de Terrassa Germans Trias i Pujol (Can Ruti), Sant Joan de Déu de Manresa, Sant Pau , Joan XXIII o Sant Joan de Reus.
En total, el 40% de los hospitales catalanes con Banco de Sangre ya la realizan, y el 60% ya han recibido la formación para empezar a realizarla. Aunque se trata de un porcentaje pequeño del total de años fusiones que se realizan diariamente, supone un gran beneficio para los pacientes que la reciben. Unas 300 transfusiones en el último año.
La transfusión a domicilio la realizan las unidades de Hospitalización Domiciliaria de los hospitales donde existe centro fijo del Banco de Sangre. Estos equipos, integrados por una enfermera y un médico, reciben la formación por parte de los equipos transfusionales del Banco de Sangre para poder efectuar la operación con total seguridad.
Aparte del beneficio para el propio paciente, la medida supone una ventaja para el sistema porque consigue liberar espacios hospitalarios que van muy buscados y sobrecargados de trabajo como son los servicios de urgencia y los hospitales de día, donde suelen realizarse estas transfusiones crónicas .
Los pacientes deben estar acompañados y vivir cerca de un centro hospitalario
Los pacientes que optan son los que sufren anemias crónicas, que reciben tratamiento transfusional crónico, personas mayores con problemas para desplazarse y con enfermedades de la sangre, cánceres, o en la fase final de la vida.
Pero de éstos, no todos son aptos para recibir una transfusión en casa. Tienen que cumplir ciertos requisitos; como el hecho de que el domicilio debe estar en un radio de acceso suficiente para que el paciente pueda ser atendido de forma urgente en un tiempo máximo de 30-40 minutos, que tenga buena cobertura de telefonía móvil y sobre todo, debe estar siempre acompañado por un familiar que habrá recibido formación para saber cómo actuar en caso de necesidad.
La apuesta por los servicios de hospitalización domiciliaria
La transfusión en casa es uno de los servicios que se añade a las unidades de hospitalización domiciliaria, que en los últimos años han incrementado su actividad en todas partes. El procedimiento no es complejo, pero es necesario que el equipo médico haya recibido formación y tenga conocimiento exhaustivo de los riesgos de una transfusión sanguínea, saber cómo actuar ante cada una de las reacciones y cuál sería el tratamiento farmacológico de choque.
El proceso se inicia el día antes cuando la enfermera saca la muestra del paciente, lo envía al Banco de Sangre, canalizando la vía por donde se realizará la transfusión. El personal del Banco de Sangre realiza las pruebas y prepara la sangre compatible para ese paciente. Entonces, al día siguiente por la mañana, se entrega la bolsa (o bolsas) de sangre a la unidad de hospitalización domiciliaria que la lleva al domicilio. Allí, la enfermera y el médico comprueban que el enfermo está orientado y estable, comienzan a transfundirle sangre y se esperan solamente durante el inicio de la transfusión. Cuando ven que no hay complicaciones, se marchan y dejan al familiar con el paciente que le controlará. Finalmente, médico y enfermera vuelven al cabo de dos horas (tiempo aproximado para transfundir una bolsa) y terminan la transfusión o le ponen la segunda.