Estrenamos un tríptico para promover la triple donación entre las embarazadas

Cuando una madre da a luz a luz un bebé tiene la doble oportunidad de ayudar con una donación de sangre de cordón umbilical y de placenta. Además, a partir del nacimiento, si la madre opta por la lactancia materna y consigue instaurarla sin impedimentos, puede sumarse a una tercera acción altruista que es la de la donación de leche materna.

Con este llamamiento conjunto se busca optimizar la tarea de difusión que ya se hacía independientemente y concienciar a las madres de la necesidad de donar.

Quién se beneficia de estas donaciones?

La capa más externa de la placenta, la membrana amniótica, tiene propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y regenerativas; que se utilizan para la reconstrucción y el tratamiento de lesiones de los ojos, como úlceras, tumores u ojo seco. Además, ayuda a la cicatrización y cura de personas con grandes quemaduras.

Por otro lado, la sangre residual que queda en el cordón umbilical contiene células madre, un elemento sanguíneo esencial para tratar enfermedades graves de la médula ósea, como la leucemia o algunos cánceres, y también para hacer aplicaciones en medicina regenerativa.  Sus componentes se pueden usar para favorecer la cicatrización y mejorar la calidad de vida de los enfermos.

En cambio, la leche materna se usa mayoritariamente para los bebés prematuros extremos que hay ingresados en las maternidades catalanas. Actualmente, alrededor de 600 bebés prematuros se benefician cada año.

Quién puede ser donante?

La donación es un acto altruista y voluntario que puede hacer todo el mundo que cumpla las siguientes condiciones básicas:

  • Todas las gestantes que sean mayores de 18 años y tengan unos hábitos de vida saludables
  • Personas que no sufran ninguna enfermedad infecciosa o transmisible a través de la sangre